La rejilla metálica o tramex, gracias a sus características, tiene múltiples aplicaciones en diferentes sectores y la podemos encontrar aplicada como vallado, falso techo, plataforma, escaleras y un largo etcétera. En esta publicación vamos a centrarnos en el uso de rejas metálicas para suelo tramex, ya sea para naves o plataformas industriales o incluso uso turístico.
Rejas metálicas acero galvanizado para el suelo
Comenzando por la instalación, el proceso para colocar una rejilla tramex una vez aplicada la estructura metálica donde descansará resulta muy sencillo. Básicamente se trata de ir ubicando una a una con sus respectivas piezas de sujeción (si se opta por ello) para reducir las vibraciones cuando la gente transite por encima del tramex. Todo esto supone beneficios en cuanto a ganar rapidez en la instalación, reduciendo también el personal necesario para ello así como evitando tener que realizar obra civil para esa parte de la instalación, lo que reduce costes de materiales y mano de obra además del tiempo que se gana como hemos mencionado.
¿Por qué utilizar rejillas metálicas para suelos?
Otra de las grandes ventajas de la rejilla metálica es su resistencia, ya que se adapta a diferentes cargas y distancias entre apoyos. Además, aporta seguridad a los usuarios que transiten por ella. Recordemos que la rejilla también puede ser utilizada para paso de vehículos siempre que sea la adecuada para el tipo de vehículo y carga. Todo esto sumado al hecho de que en relación a la carga que soporta, se trata de un material que no es excesivamente pesado con una buena relación resistencia/peso.
Adaptable a diferentes normativas
La rejilla tramex está formada por cuadrículas que forman una malla (cuadrada o rectangular) que habitualmente suele ser de 30×30 milímetros, en su denominación comercial y formato más estándar. Sin embargo, en muchas ocasiones hay requisitos de que la rejilla impida el paso de objetos de determinada dimensión para cumplir con las normativas de seguridad referentes a la prevención de riesgos en este tipo de instalaciones, sobre todo en aquellos casos como plataformas en los que transiten personas por debajo de la misma.
Gracias a su adaptabilidad en la fabricación, la rejilla tramex puede ser configurada con diferentes mallas, pudiendo así ser aplicada en diferentes países, sea cual sea la normativa a cumplir. En cuanto a recomendaciones respecto a la malla en la rejilla metálica para suelo, ésta no debe tener una apertura que pueda provocar tropiezos por ser el hueco excesivamente grande como para que quepa un pie.
Por último, podemos finalizar con otra de las principales ventajas: el mantenimiento. Aunque más bien deberíamos hablar de la ausencia del mismo. Gracias a la protección que aporta el galvanizado, el mantenimiento en la mayoría de ocasiones consistirá en comprobar que las fijaciones están bien apretadas o sustituir alguna pieza que se haya dañado por el mal uso. En el resto de casos, el mantenimiento no será necesario hasta que el galvanizado empiece a perder micraje y haya que volver a galvanizar o sustituir las rejillas tramex. Esto tendrá lugar antes o después según el ambiente en el que estén colocadas las mismas.
Decidir usar la rejilla metálica para suelos es una excelente opción dadas sus múltiples ventajas y su adaptabilidad (un producto que se fabrica a medida según las necesidades del proyecto) así como su facilidad de instalación y el bajo coste de mantenimiento, algo que pocas veces se tiene en cuenta al elegir una opción u otra ya que normalmente lo que se prioriza es el precio de coste y no el precio contando con el mantenimiento a corto y largo plazo.