En el día a día del Grupo Relesa, los conceptos rejilla y galvanizado rara vez se desagregan ya que en la mayoría de consultas y pedidos que se tramitan, el producto solicitado es rejilla electroforjada galvanizada. En pocos casos se suministran rejillas sin tratamiento que se vayan a colocar directamente, pues como comprobaremos en este texto no es la mejor opción de las disponibles para este producto.
Salvo en algunos casos específicos de clientes como pueden ser los transformadores, que consumen rejillas sin tratamiento para posteriormente darle forma y una vez terminadas, galvanizarlas. También para proyectos especiales en los que se le colocan diferentes accesorios a la rejilla electroforjada para someterlos al tratamiento de galvanizado en caliente una vez añadidos todos esos elementos. En este texto vamos a exponer algunas de las muchas ventajas que presentan las rejillas electroforjadas galvanizadas, teniendo en cuenta el valor añadido que le aporta al producto además de compararlo con otros acabados.
¿En qué consiste el galvanizado en caliente?
El galvanizado es el último proceso en la fabricación de las rejillas electroforjadas que llevan este tipo de acabado. El tratamiento mediante galvanizado en caliente, aporta un revestimiento que protege al acero (en el caso del Grupo Relesa a la rejilla) frente a la aparición de óxido. Mediante la inmersión de las rejillas electroforjadas en una cuba de zinc fundido a una temperatura aproximada de 450°C, se produce una aleación metalúrgica entre el acero y el zinc que resulta en una serie de capas con diferente composición de zinc-hierro y confiere a la rejilla una protección muy alta frente a la corrosión. El recubrimiento del galvanizado está unido al acero base por lo que se adhiere al mismo con un nivel superior al de otros tratamientos de protección del acero, además de la ventaja de que al ser mediante el baño de la pieza entera, no quedará ningún intersticio sin recubrir, es decir, ningún lugar desprotegido frente a la corrosión.
Durabilidad de las rejillas electroforjadas galvizadas
La rejilla electroforjada puede deteriorarse, entre otros supuestos, por tres factores:
- Uso inadecuado: Aquí podemos mencionar tanto elegir mal el producto (que no sea el adecuado para las cargas) o someterlo a agentes o ambientes con los que no sea compatible. Es importante evitar estas situaciones pues puede poner en peligro a los usuarios.
- Accidente: Aquí habría muchos supuestos, por poner un ejemplo podemos mencionar el que una carretilla elevadora golpee una rejilla de una estantería y la misma resulte dañada, siendo necesario repararla.
- Corrosión del material: El acero sin ningún tratamiento empieza a oxidarse en un breve espacio de tiempo. Éste problema no es sólo estético ya que conforme avance el proceso de corrosión comenzará a afectar a la resistencia y propiedades del material (acero).
Lamentablemente los accidentes no tienen solución, aunque sí existen medidas preventivas para reducirlos y evitarlos. Pero los otros dos problemas sí que la tienen. Uno se resuelve mediante un buen asesoramiento y el otro galvanizando el producto.
Mediante el galvanizado se consigue que la durabilidad de la rejilla electroforjada sea muy buena, aunque dependerá evidentemente del ambiente en el que se coloque. A más nivel de humedad y/o salinidad por la proximidad al mar, menor será la duración de esta protección. En ambientes favorables, la duración de la rejilla electroforjada galvanizada puede superar los 20 años sin que aparezca óxido.
Bajo mantenimiento
Además de lograr que la rejilla electroforjada galvanizada tenga una vida longeva, mediante el galvanizado también se obtiene un producto que no requiere prácticamente manutención. Respecto al galvanizado, el único mantenimiento será comprobar que no hay puntos de oxidación. Si apareciesen, se puede solventar temporalmente mediante un spray de galvanizado en frío y si afectase a una mayor parte de la rejilla, se podría volver a galvanizar la rejilla metálica para que el ciclo de vida del galvanizado vuelva a comenzar y aumentar la vida útil de la misma.
Relación peso/resistencia
El galvanizado aporta un recubrimiento de zinc que conlleva un aumento del peso del material, que depende de las características del mismo, situándose el aumento entre un 8 y un 10%. Sin embargo, este peso adicional no compromete la resistencia de la rejilla electroforjada galvanizada, aunque ésta aumente su peso. Es más, para las rejillas de fabricación manual, favorece la unión de las intersecciones y reduce el riesgo de desarme de la misma.
Precio de la rejilla electroforjada galvanizada
El tratamiento del galvanizado tiene un coste que incluye el zinc (producto principal), los ácidos previos y posteriores necesarios para asegurar un galvanizado de calidad, así como la mano de obra de la manipulación de las rejillas. Sin embargo, este coste en proporción al de la propia rejilla metálica y sobre todo respecto a la durabilidad que le aporta no es muy significativo y resulta muy rentable.
Valor añadido
El acabado galvanizado le añade al valor final de la rejilla electroforjada un extra debido a la calidad de acabado y a la protección que le aporta, ya que ofrece una durabilidad muy superior a otros tratamientos.
El galvanizado frente a otros tratamientos
Hay veces en que la rejilla metálica es pintada directamente sobre el acero sin haber sido previamente galvanizada. Esta opción tendrá una duración mayor o menor dependiendo de la calidad de la pintura y su aplicación, pero en todo caso es mejor opción galvanizar antes de pintar ya que si la pintura sufre desperfectos habrá una capa de galvanizado que protegerá frente a la corrosión.
Optar por la instalación de la rejilla electroforjada sin ningún tratamiento dará lugar a que aparezca corrosión en un breve periodo de tiempo, comprometiendo también las características del material. En conclusión, el galvanizado aporta múltiples ventajas a las rejillas, siendo quizás la durabilidad la más destacada de ellas.